Katy Perry disfruta de su nuevo papel como madre de su pequeña hija y no le importa perder peso con su embarazo.
La jueza de American Idol se sinceró con Variety sobre su próxima residencia en Las Vegas y cómo estaba equilibrando la paternidad mientras actuaba. La cantante de Firework también compartió que estaba demasiado ocupada siendo madre de Daisy (a quien comparte con su prometido Orlando Bloom) como para preocuparse por su aumento de peso.
Perry reveló además que estaba más interesada en ser feliz que en perder algunos kilos que ganó desde su embarazo.
A Katy Perry no le importa subir de peso
Compartió con el medio: “Creo que todas las redes sociales están sesgadas. Es una cámara de eco grande, vieja y gorda, y el verdadero determinante es el algoritmo”.
Perry dijo que disfrutó de su experiencia con el embarazo y que no tenía prisa por perder las 10 libras que había ganado. “Realmente disfruté mi experiencia. Todavía peso 10 libras más que cuando comencé, pero no tengo prisa. A sido un año. Estoy más interesado en su felicidad y en mi felicidad y salud mental. Las hormonas son… bastante interesantes”.
La cantante también publicó una foto en Instagram, mostrando su cuerpo post-bebé y luciendo deslumbrante como siempre. Se puso un vestido naranja brillante que usó para la filmación de American Idol. "El año 20 está en marcha y mamá no está aquí para tocar…", escribió la cantante en el pie de foto, refiriéndose a los 20 años del programa.
Los fanáticos se sorprendieron de lo increíble que se veía y bromearon sobre cómo Perry debe tener 20 años. ¡Claramente, sus admiradores no creen que necesite perder más peso para verse genial!
"OMG, ¿ESTA MUJER TUVO UN BEBÉ? ¿DE VERDAD? Katy, ¿quieres volvernos locos?", dijo un fan.
"Por supuesto que estás aquí luciendo como toda una diosa", dijo otro.
"¡ESTO ES ILEGAL!" expresó un usuario.
"¡Te ves increíble! Tan joven", agregó un fanático.
En la entrevista, Perry reveló que convertirse en madre había sido "el mayor cambio de vida". Ella dijo: “Eres responsable del bienestar de alguien que ni siquiera puede mantener la cabeza erguida. Es un cambio real y te conviertes en el número 1 en la lista de llamadas. Y es lo mejor. Todo lo que se supone que se desvanece, se desvanece y llega un equilibrio. Por ahora, me gusta vivir más en el mundo real”.