Donatella Versace es un elemento básico de la escena de la moda. Hermana del fundador de una de las empresas más grandes y respetadas de la industria, lleva décadas mezclándose en los círculos de la élite de la moda.
No es demasiado descabellado, entonces, suponer que la socialité italiana sabe algo sobre asuntos de belleza y sensualidad, y particularmente cómo los dos pueden canalizarse en la construcción de un lujo multimillonario. marca.
Pero cuando la diseñadora de 66 años compartió su definición personal de "sensualidad" durante una entrevista con The Times ayer, muchos usuarios de las redes sociales se burlaron de lo que pensaban que eran puntos de vista confusos y obsoletos. Hablando desde su residencia en la sede de Versace en Milán, se cita a Donatella buscando "otra palabra para sexy". "Mucha gente piensa que [sexy] es vulgar", explica, "pero no es eso. Sexy es igual a poderoso".
Algunos fanáticos critican a la empresaria por insinuar que la sensualidad es un estado que se logra mediante la compra de productos Versace. Un usuario de Twitter escribió: "La gente no compra cosas cuando se siente contenta y feliz, compra cosas cuando se siente indigna y vacía. La industria de la belleza no vende vestidos; vende miedo y aversión". Mientras que otro se sintió excluido de la ecuación de sensualidad con poder de Donatella, tuiteando: "Tener la opción de ser sexy si queremos, sí. Que nos digan que tenemos que ser sexys o que no valemos nada a los ojos de la sociedad, no tanto."
Y algunos incluso cuestionaron si la hermana de Gianni Versace era la persona adecuada para hablar sobre asuntos relacionados con la "sensualidad" y la "belleza". El magnate ha sido criticado con frecuencia por lo que muchos perciben como una cirugía plástica extensa, aunque la estrella nunca ha admitido haberse hecho ningún trabajo.
Un usuario de Twitter respondió a sus últimos comentarios sugiriendo que Donatella debería haber seguido el ejemplo de aquellos que "envejecen con gracia sin pagar una fortuna para ser desfigurados por una cirugía plástica". Y otro llamó al ícono de la moda por "poner a la gente hermosa en pedestales" al vincular "no ser sexy" con "no [ser] poderoso".
En otra parte de la entrevista, Donatella explicó cómo, si bien su hermano había sido el cerebro detrás de la casa de modas Versace, fue su idea aprovechar el poder de las celebridades en las campañas promocionales de la marca. "Gianni solo quería un cuerpo perfecto para que la ropa le quedara perfectamente", reveló, "pero le dije: 'Se trata de personalidad, se trata de chicas diferentes'".
Quizás lo que la diseñadora intentaba comunicar en su cita que circula actualmente no era que la sensualidad es igual a poder, sino que deberíamos centrarnos en un tipo de sensualidad que tiene más que ver con la personalidad que con la vestimenta. Después de todo, otra definición personal revelada por Donatella en su entrevista con el Times fue la de la moda en sí misma, que, según ella, es simplemente "un estímulo para el ánimo".