A medida que continúa el juicio de R. Kelly en Brooklyn, ha surgido nueva información que demuestra el control extremo y la forma altamente cuestionable en que se trataba a las mujeres en su casa y dentro de su estudio.
El estudio, al que se hace referencia como "La fábrica de chocolate", es un lugar en el que las invitadas eran vigiladas de cerca y aparentemente vivían en lo que parece ser una prisión glorificada. En el exterior, la mansión que albergaba el estudio era increíblemente impresionante y contaba con una variedad de ventajas, como una piscina cubierta, una sala de cine y un acuario con tiburones vivos. Sin embargo, para las chicas que estaban adentro, la vida allí implicaba un control total y significaba que vivían dentro de la dictadura que R. Kelly les impuso.
Las paredes oscuras de 'La fábrica de chocolate'
Las mujeres que vivían dentro de las paredes oscuras de la fábrica de chocolate se vieron obligadas a obedecer un conjunto de reglas muy estrictas y ni siquiera se les permitió salir de sus habitaciones sin permiso. De hecho, ese fue uno de los mayores puntos de discordia para R. Kelly. Las mujeres estaban ubicadas en lugares estratégicos dentro de su mansión, y recibieron instrucciones estrictas de no moverse dentro de su enorme casa. Debían quedarse en la habitación que le había sido asignada y se les dijo que llamaran a un número específico para pedir permiso para salir de sus habitaciones o para pedir comida.
A las mujeres no se les permitía deambular libremente, y un simple viaje por el pasillo para usar un baño requería una llamada para pedir permiso y una escolta de seguridad.
R. Kelly tenía una variedad de miembros del personal disponibles que eran responsables de atender las llamadas y trasladar a las mujeres de un espacio a otro dentro de la fábrica de chocolate. También ayudaron a llevarles comida, pero una cosa que nunca hicieron en absoluto fue mirarlos a los ojos. De hecho, nadie lo hizo…
Las reglas 'extrañas' y espeluznantes
A nadie se le permitía mirar a los ojos a alguien del sexo opuesto. La regla de R. Kelly era firme, e incluso alertó a sus conductores para que levantaran los espejos retrovisores cuando conducían a las niñas, para asegurarse de que no se intercambiara ningún contacto visual accidental.
Luego insistió en que todas las mujeres usen ropa holgada mientras se quedan en su casa. Las niñas que vivían bajo el gobierno y control de R. Kelly recibieron instrucciones implícitas de no conversar con otros hombres, aparte de pedir comida y permiso para moverse de lugar.
Se impuso un estricto control y supervisión a estas jóvenes. Las normas que se vieron obligados a seguir se denominaron 'Reglas de Rob', y estas, junto con muchos otros detalles preocupantes, ahora se están desenterrando en los tribunales, ya que R. Kelly se enfrenta a muchos años de prisión si es declarada culpable de estos cargos.